El gobierno de Taiwán acusó este viernes a China de “distorsionar deliberadamente” su estatus soberano, en respuesta a las declaraciones realizadas tras la reciente llamada entre el presidente chino Xi Jinping y el expresidente estadounidense Donald Trump.
En un comunicado difundido por el Ministerio de Asuntos Exteriores taiwanés y recogido por la agencia CNA, se calificó esta actitud como parte de una “táctica recurrente” de Beijing en su trato con otros países, especialmente cuando se abordan temas sensibles como la situación en el estrecho de Taiwán.
“Taiwán ha mantenido su compromiso de colaborar con países socios para promover la prosperidad regional y mantener el statu quo de paz en el estrecho”, subrayó la Cancillería, añadiendo que el gobierno de la isla continuará fortaleciendo su relación con Estados Unidos en temas de seguridad, economía y comercio.
La portavoz presidencial, Karen Kuo, se pronunció también sobre la conversación Xi-Trump, en la que se abordaron asuntos como el comercio bilateral y la lucha contra el tráfico de fentanilo. Kuo señaló que Taiwán “tomó nota” del diálogo y expresó su respaldo a todo encuentro entre líderes que contribuya a reducir tensiones y contener “los riesgos de expansión autoritaria”.
Por su parte, el presidente chino Xi Jinping instó a Trump a manejar con “prudencia” la cuestión taiwanesa, advirtiendo sobre el peligro de que “separatistas radicales” puedan empujar a China y Estados Unidos hacia una posible confrontación, según reportó la agencia oficial Xinhua.
La reacción de Taipéi refleja su preocupación por cómo se aborda su situación en las conversaciones bilaterales de alto nivel entre potencias, especialmente cuando no está directamente representado. Aunque Taiwán valoró el diálogo entre Pekín y Washington, reiteró su rechazo a cualquier narrativa que ponga en duda su soberanía o busque limitar su proyección internacional.