Estados Unidos anunció que decidió paralizar la entrega a otros países de misiles Patriot y NASAM para que ese armamento pueda ir a Ucrania con la mayor rapidez.
“Muchos de nuestros aliados y socios también han dado pasos históricos, pero obviamente se necesita más y se necesita ahora», dijo en una llamada con periodistas el portavoz del Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, John Kirby.
En consecuencia, añadió, el Ejecutivo estadunidense «ha tomado la difícil pero necesaria decisión de cambiar las prioridades del plan a corto plazo de entregas de ventas militares a otros países para que vayan a Ucrania en su lugar».
Ucrania recibirá «en las próximas semanas, antes del final del verano seguro», esos sistemas que en un principio iban a ir a otros países.
Desde la Administración de Joe Biden se apuntó que están hablando con las naciones afectadas, cuyo nombre no se precisó, para evaluar los nuevos plazos de entrega.
«Haremos lo posible para minimizar lo máximo posible ese retraso», dijo Kirby. Además afirmó que «esta repriorización no afectará a Taiwán y a lo que Taiwán sigue necesitando y recibiendo de Estados Unidos para su defensa propia».
La decisión se toma para ayudar a Ucrania a afrontar los ataques aéreos rusos.
«En los últimos meses, Rusia ha acelerado sus ataques con misiles contra ciudades e infraestructura civil. Están intentando destruir el sistema energético de Ucrania. Esta no es una táctica nueva para ellos, pero ciertamente han aplicado mucha más energía y esfuerzo», sostuvo.
El Ejército ucraniano, agregó, «necesita desesperadamente capacidades adicionales de defensa aérea» y Estados Unidos se toma «muy en serio» sus asociaciones, «especialmente cuando un socio como Ucrania se encuentra en tal encrucijada».
Kirby apuntó que la respuesta recibida por parte de las naciones afectadas por el cambio de estrategia militar a corto plazo ha sido generalmente positiva.
Este mismo jueves, Rumanía afirmó que entregará a Ucrania un sistema de misiles tierra-aire de largo alcance Patriot para que pueda defenderse mejor de «los constantes y masivos ataques de Rusia», en palabras de la presidencia del país balcánico.