La moderna adaptación del icónico musical «Jesucristo Súper Estrella» se prepara para cautivar nuevamente al público, esta vez con un enfoque sorprendente y contemporáneo. En lugar de los marginados leprosos a los que Jesús de Nazaret se acercó para brindar esperanza, según la narrativa bíblica, esta versión abordará la adicción tecnológica, reflejando una de las plagas modernas que asfixian a la sociedad actual. La reposición del musical, bajo la producción de Alejandro Gou y la dirección artística de Armando Reyes, se estrenará el 8 de octubre en el Centro Cultural Teatro 1.
La puesta en escena actualiza la historia para reflejar las preocupaciones del presente, enfocándose en el uso excesivo de la tecnología, incluidos los teléfonos inteligentes y las redes sociales, que han creado una dependencia masiva y han afectado la salud mental de millones de personas. Leonardo de Lozanne, quien interpreta a Pilatos, describe la producción como “futurista” y reconoce en la vida real la tortura digital que representa la continua conexión a internet y la avalancha de información, muchas veces falsa o sin sentido.
«Si no me dedicara a esto, no estaría en redes, porque quitan mucho tiempo», comenta De Lozanne. «La mayoría de lo que ves es fake news y pura estupidez, hay ciertas cosas creativas y de buen humor, pero todo lo demás no me interesa.» Aunque usa la tecnología para monitorear su carrera y promoción, personalmente evita su uso excesivo.
La creciente sofisticación de la Inteligencia Artificial (IA) también es una preocupación para De Lozanne. «Ahora veo posible que la IA pueda razonar casi de manera humana y estamos dando poder a las máquinas para operar como ellas quieran», explica. Sin embargo, no teme su uso, sino que aboga por una regulación adecuada para evitar la manipulación de información, como la creación de discos con voces generadas por IA.
Una Visión Futurista en el Escenario
Yahir, quien interpreta a Pedro en la obra, también comparte su inquietud sobre el tema. “El musical aborda cómo la información te llega constantemente a los celulares, y cuando arrestan a Jesús, lo primero que hacen es sacar sus teléfonos y tomarle fotos”, explica. Esta situación, que refleja la realidad actual, le preocupa especialmente como padre de un niño de siete años.
«Creo que tiene un lado bueno por la facilidad de acceso a la información que tienes en el celular, pero también tiene un lado negativo fuerte, como es la adicción», comenta Yahir. «No se me hace chido que puedan manipular todo esto los niños.»
Guillermo Wiechers, el productor ejecutivo, señala que la obra ahora se centra en «seres humanos con adicción a la tecnología digital», creando un paralelismo con las plagas bíblicas que asfixiaban a la humanidad. La historia, que trae a México Julissa desde los años 70, se convierte en un pretexto para abordar temas actuales como la traición, el sacrificio y el amor, pero en un contexto futurista y caótico.
«La cruz está hecha de imágenes de puras desgracias, son pantallas de LEDs que muestran toda la miseria del mundo, es una tortura visual que representa la injusticia y la crueldad global», explica De Lozanne.