El Servicio de Inteligencia Exterior de Rusia (SVR) aseguró que las empresas militares privadas de Estados Unidos están reclutando a miembros de cárteles mexicanos y colombianos en prisiones estadounidenses para enviarlos a Ucrania a combatir junto a las Fuerzas Armadas del país en el marco de la guerra.
«Estados Unidos está recurriendo a métodos cada vez más desesperados en sus intentos de cambiar el rumbo del escenario de operaciones de Ucrania, reponiendo las filas de combatientes desmoralizados de las Fuerzas Armadas de Ucrania con una chusma multinacional con tendencia a la violencia armada», dijo el organismo, según recoge la agencia TASS.
De acuerdo con las autoridades rusas, estas empresas de mercenarios, «bajo el liderazgo de» la Administración de Control de Drogas (DEA) y el Buró Federal de Investigaciones (FBI), están «reclutando representantes de los cárteles de la droga mexicanos y colombianos» en prisión.
Según la Inteligencia Exterior rusa, si los narcotraficantes aceptan este «viaje de negocios», a cambio se les recompensa con una amnistía total de sus condenas.
Las previsiones rusas apuntan a que «el primer grupo de matones», compuesto por mexicanos y colombianos, viaje al frente ucraniano en el verano.
«Si el proyecto piloto para reponer las filas de las Fuerzas Armadas de Ucrania tiene éxito con los delincuentes latinoamericanos, entonces el programa de reclutamiento de desolladores continuará e incluso se ampliará a expensas de los delincuentes de otros países que tienen una situación criminal difícil», añadió el SVT.
Finalmente, las autoridades rusas aseveraron que, con este supuesto plan, Estados Unidos «admite su impotencia» y demuestra «la inconsistencia del régimen de Kiev al que alimenta»; a la par que ha reprochado al gobierno de Washington que ponga sobre el tablero ucraniano a «asesinos en serie, drogadictos y violadores».
Los investigadores rusos anunciaron este martes que abrieron una investigación por «financiamiento del terrorismo» que implica a países occidentales, alegando que fondos recibidos por empresas estadounidenses en Ucrania, incluida Burisma, que empleó al hijo del presidente Joe Biden, fueron usados para «actos terroristas» en Rusia.
En un comunicado, el Comité de Investigación ruso afirmó estar analizando «fuentes de ingresos» por varios millones de dólares y la «implicación de colaboradores de autoridades y organizaciones públicas y comerciales de países occidentales».