La Agencia Espacial ‘Nasa’ se encuentra en alerta máxima, preparándose para un acontecimiento sin precedentes en la historia de la exploración espacial. El asteroide Apophis, una roca de 185 metros de diámetro, se acercará a unos asombrosos 32.200 kilómetros de la Tierra en aproximadamente cinco años y medio.
Dicha proximidad marca un hito, ya que ningún objeto de dimensiones similares ha pasado tan cerca de nuestro planeta hasta ahora.
Descubierto inicialmente en 2004, Apophis generó inicialmente preocupaciones sobre una posible colisión con la Tierra, con predicciones que apuntaban a un evento catastrófico en 2029.
La inquietud sobre asteroides potencialmente devastadores ha sido una constante en la exploración espacial, destacando el reciente caso del asteroide Bennu y las dudas sobre su trayectoria.
Sin embargo, las muestras recogidas del asteroide Bennu disiparon los temores de una colisión inminente, reduciendo la probabilidad de impacto a menos del 1 %. A pesar de este alivio, la atención se centra ahora en Apophis y su cercano acercamiento, que ofrece una oportunidad única para un «examen detallado de este raro encuentro cercano», según informa ‘Reuters’.
Apophis, comparado en tamaño con el famoso rascacielos Empire State Building de Nueva York, Estados Unidos, con 443 metros de altura y 8.094 metros cuadrados de superficie, es objeto de estudio desde su descubrimiento.
La Nasa se prepara para gigantesto asteroide Apophis que ‘rozará’ a la Tierra en 2029
Aunque sus dimensiones podrían causar inquietud, las predicciones actuales indican que pasará a una distancia segura de la Tierra en 2029, marcando un evento inusual pero no peligroso.
La NASA ha destinado la nave OSIRIS-APEX para llevar a cabo una investigación exhaustiva de Apophis durante 18 meses, incluyendo la posibilidad de flotar sobre su superficie.
Dicho seguimiento cercano permitirá a los científicos estudiar los materiales que componen este asteroide y monitorear cualquier cambio en su órbita que pueda indicar futuros riesgos de impacto.
Aunque las probabilidades de impacto son extremadamente bajas, los expertos señalan que, en el remoto caso de una colisión, el impacto probablemente ocurriría en el océano, aproximadamente a 500 kilómetros al oeste de Santa Mónica, Estados Unidos.
Las consecuencias podrían ser significativas, con la creación de un agujero de varios kilómetros y la generación de un poderoso tsunami con olas de gran altura en la costa oeste de Norteamérica.
Aunque faltan más de cinco años para el encuentro, la Nasa está tomando acciones proactivas para comprender mejor este fenómeno cósmico, ofreciendo una visión única que podría ayudar a prevenir futuros riesgos de impacto de asteroides en la Tierra.