El Gobierno de México rechazó este miércoles la legislación aprobada en Texas, que convertiría en un nuevo delito estatal el ingreso ilegal al estado, daría más facultades a las autoridades policiales para detener a migrantes y también a los jueces para emitir órdenes de expulsión hacia México contra quienes infrinjan alguna norma.
La Cancillería mexicana difundió un comunicado en el que señaló que la ley SB4 —ya aprobada por el Congreso de Texas y lista para que el gobernador Greg Abbott la firme— implica una “criminalización” de la población migrante y “resultará en la separación de familias, discriminación y perfilamiento raciales”.
“El Gobierno de México reconoce el derecho soberano de cualquier país de decidir las políticas públicas que deben ejecutarse en su territorio. No obstante, respetuosamente externa su derecho legítimo de proteger los derechos de sus nacionales en los Estados Unidos, así como el de establecer sus propias políticas de internación a su territorio. En ese sentido, el Gobierno de México rechaza tajantemente cualquier medida que permita a autoridades estatales o locales detener y retornar a personas nacionales o extranjeras a territorio mexicano”, dijo la institución.
«En este sentido, el Gobierno de México rechaza categóricamente cualquier medida que permita a autoridades estatales o locales detener y devolver a territorio mexicano a nacionales o extranjeros», agrega el comunicado.
México rechaza la nueva ley en Texas que endurece las medidas contra los migrantes
«México reconoce la importancia de una política uniforme y consistente en materia migratoria. Por ello, apoya el trabajo conjunto con el Gobierno Federal de Estados Unidos para asegurar que la migración se realice de manera ordenada, segura, regular y con respeto a los Derechos Humanos de las personas en situación de movilidad», señala el comunicado.
México también expresó su preocupación por las medidas que afectarán los Derechos Humanos de los más de 10 millones de personas de origen mexicano que residen en Texas «al fomentar ambientes hostiles que pueden conducir a actos de odio o delitos contra las comunidades migrantes. Además, México reitera su rechazo a cualquier medida que contemple el retorno involuntario de migrantes sin respeto al debido proceso».
Frente a la aprobación de la ley SB4 y su inminente promulgación, la Cancillería mexicana informó que ordenó a sus consulados en Texas realizar jornadas informativas sobre las medidas que incluye la nueva legislación, imprimir y distribuir material sobre el tema, brindar asesoría legal a los mexicanos en el estado y reunirse con autoridades, legisladores y organizaciones de derechos civiles.
El proyecto de ley convertiría en un nuevo delito estatal el ingreso ilegal a Texas y otorgaría a las autoridades locales el poder de arrestar y ordenar a los inmigrantes que abandonen Estados Unidos.