Bebés prematuros envueltos en pañales que les quedan grandes yacen alineados en camas ordinarias de hospital forradas con papel aluminio. A casi todos se les asoman las costillas a través de la piel. Es una solución improvisada para tratar de impedir que estos recién nacidos, que pesan apenas un par de kilos, mueran de hipotermia.
Hasta ahora han fallecido tres de los 39 bebés internados en el hospital de Al Shifa, el más grande de Gaza, debido a que el combustible se agotó y las incubadoras se apagaron, informó el personal médico. En total, 32 pacientes murieron desde que el generador de emergencia del nosocomio se quedó sin combustible el sábado pasado, informó el ministerio de Salud de Gaza, encabezado por Hamas.
El hospital es un complejo de edificios e Israel acusa a Hamas de usarlo de escudo para una red de túneles desde donde se lanzan operaciones. Está rodeado de tanques y tropas israelíes que llegan hasta la reja de las instalaciones. El ejército dice que combate a Hamas en el área que rodea a este sanatorio que carece de electricidad, agua, alimentos, medicinas y equipo. El ministerio de Salud afirmó que Al Shifa ha sido atacado por francotiradores y drones.
Un cirujano de Médicos sin Fronteras (MSF) dentro de Al Shifa grabó un mensaje en el cual explicó que un francotirador atacó a pacientes que tenían heridas de bala y operamos a tres de ellos. La situación es muy mala, es inhumano. Estamos en un área cerrada y nadie sabe de nosotros.
Ataques a hospital de Gaza
Medhat Abbas, director de Al Shifa y funcionario de alto rango del ministerio de Salud en Gaza, indicó que cuatro de los bebés prematuros en el hospital no tienen madre, pues nacieron mediante cesáreas de emergencia practicadas a mujeres heridas en bombardeos que no resistieron la operación.
Para mantenerlos con vida necesitamos que permanezcan a la misma temperatura a la que estaban en el vientre materno; esto sólo es posible con incubadoras que proveen una luz especial que los protege de la ictericia, y además les dan asistencia respiratoria si la necesitan, apuntó el doctor Abbas.
Debido a la falta de electricidad, los médicos los han colocado en camas forradas con papel aluminio para conservarlos calientes. Empieza a hacer más frío aquí en Gaza, por esa razón, sin el adecuado control de temperatura, algunos de los bebés pueden morir, agregó.
Cuatro de los recién nacidos ahora tienen que sobrevivir sin sus madres y sin electricidad, lamentó el médico.
Tropas israelíes cercan el hospital de Gaza
Durante días los combates se han concentrado alrededor de Al Shifa, al tiempo que Israel intensifica las operaciones terrestres. Tel Aviv lanzó una campaña militar contra Hamas tras el ataque dentro del territorio israelí que resultó en mil 200 muertos y la toma de 240 rehenes que fueron llevados a Gaza. El ministerio de Salud de Hamas dice que más de 11 mil personas han sido asesinadas desde entonces, incluidos más de 4 mil 600 niños.
Ahmed el Mokhallalati, cirujano de Al Shifa, quien cuida el área neonatal, denunció que el hospital está bajo un bloqueo total y que los bebés prematuros, que normalmente estarían en incubadoras individuales, son acomodados en camas comunes, hasta ocho en cada una, y se intenta mantenerlos calientes con la electricidad que apenas se puede generar. Hay tanques israelíes frente al nosocomio, declaró a Reuters vía telefónica.
Añadió que después de que tres de los recién nacidos murieron creemos que perderemos a más al paso de los días.
El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, aseguró el domingo que su país ofreció combustible a Al Shifa, pero que militantes de Hamas se negaron a recibirlo. Mandos militares de Tel Aviv comentaron que los soldados dejaron a la entrada del hospital 300 litros de combustible para alimentar los generadores de emergencia, pero reiteraron que la oferta fue bloqueada por Hamas.
El portavoz militar israelí en jefe, Daniel Hagari, anunció más tarde que el ejército israelí ayudaría a evacuar a los bebés del hospital, si el personal de Al Shifa lo solicita.
El ministerio de Salud de Gaza declaró a The Independent que las autoridades israelíes contactaron a la dirección del hospital de Al Shifa, les ofrecieron 300 litros de diésel, y pidieron que mandaran a alguien a recogerlos. El sanatorio rechazó la oferta por temor a que fuera peligroso y solicitó, en cambio, que el combustible se les hiciera llegar a través de la Cruz Roja. Israel rechazó esta petición, así como la sugerencia palestina de que su personal médico sería atacado si iba a recoger el diésel.
Hospital de Gaza calienta a los bebés prematuros con papel aluminio
Recalcamos que el consumo de diésel en el hospital de Al Shifa es de 500 litros por hora, agregó una nota del ministerio de Salud.
Al preguntarle sobre el combustible y las evacuaciones, el vocero del ministerio, Ashraf Qadra, aclaró que no se le informó de ningún mecanismo para trasladar a los bebés a un hospital más seguro y que por ahora rezamos por que estén a salvo y no perdamos a más.
Doctores palestinos manifestaron a The Independent que hay 650 pacientes atrapados en Al Shifa, en lo que llamaron un círculo de muerte, mientras los vehículos militares avanzan hacia la reja sudeste del complejo, cerca de donde se encuentra la maternidad. Otros profesionales, incluidos los que trabajan con MSF, reportaron que esta semana ha sido imposible desalojar a los pacientes, pues son blanco de disparos cuando intentan salir. Unos 500 miembros del personal hospitalario permanecen en las instalaciones.
Israel ha negado en varias ocasiones haber atacado el sanatorio –del cual huyeron miles en días pasados– e insistió en que Hamas utiliza el complejo como una de sus principales bases de operaciones, lo cual el grupo yihadista rechaza.
La OMS manifiesta su preocupación por la situación
El secretario general de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Tedros Adhanon Ghebreyesus, advirtió ayer que Al Shifa ya no está funcionando como hospital. Añadió que las muertes de pacientes se han incrementado y que la apremiante y peligrosa situación del sanatorio, que lleva tres días sin electricidad ni agua, es exacerbada por el constante fuego de artillería y los bombardeos en el área.
El vocero de la OMS, Christian Lindmeier, manifestó a la BBC: “hay cadáveres en los alrededores del hospital que no pueden ser sepultados o llevados a una morgue… El sanatorio no está funcionando como debería. Es casi un cementerio”.
Mohamed Tabasha, jefe del departamento de pediatría de Al Shifa, subrayó que teme que mueran más bebés en las próximas horas.
Nunca en mi vida imaginé que iba a tener que acomodar a 39 bebés, uno junto al otro, cada uno con una enfermedad diferente, en medio de una aguda escasez de personal médico e incluso de leche, deploró Tabasha.
No puedo decir cuánto tiempo vivirán. Puedo perder a otros dos hoy mismo… en una hora.
Abbas narró a The Independent que hay más de 100 cadáveres en estado de descomposición dentro del complejo hospitalario y que no es posible sepultarlos porque es peligroso. Dentro del hospital tenemos 50 y otros 60 están en morgues que no funcionan por falta de electricidad.
Reportan ataques en otros hospitales de Gaza
También se reportaron combates en el hospital de Al Quds, el segundo más grande de Gaza, que también ya dejó de funcionar. La Media Luna Roja palestina contó que el hospital está rodeado de artillería pesada. Un convoy fue enviado para evacuar a los pacientes y al personal, pero le fue imposible llegar al nosocomio.
Israel dio a conocer que ultimó a aproximadamente 21 terroristas en Al Quds, al responder el fuego de militantes que les dispararon desde la entrada del hospital. Se difundió un video que supuestamente muestra a un grupo de hombres en la reja del inmueble, uno de los cuales parece portar un artefacto lanzagranadas.
Agencias de la Organización de Naciones Unidas (ONU) guardaron ayer un minuto de silencio por sus 101 trabajadores que han muerto en Gaza. La agencia para los palestinos, UNRWA, confirmó que alrededor de 800 mil desplazados de Gaza están en albergues, de los cuales la mitad se quedaron sin hogar debido a los combates.
La UNRWA declaró que sus depósitos de combustible de emergencia en el enclave se han agotado y que pronto –dentro de unas 48 horas– será imposible operar ambulancias, llevar insumos a hospitales, distribuir agua potable o bombear aguas negras al drenaje.