Estos peludos viven y se pasean en la zona arqueológica de Chichén Itzá, en Yucatán, y son privilegiados, pues pueden subir la pirámide de Kukulcán y a ellos sí, nadie los baja ni los apalea.
Desde hace más de un año, el Patronato Cultural, de la mano del INAH Yucatán y de asociaciones civiles, llevan a cabo el Programa Operación Rescate Perritos de Kukulcán, una iniciativa que busca capturar y dar atención a los perros que deambulan por la zona arqueológica de Chichén Itzá.
Los canes acostumbraban a subirse a la pirámide de Kukulcán, y algunos incluso se han viralizado en redes sociales, ya que, contrario a turistas que brincan el cordón de vigilancia, estos canes no son bajados “a mentadas o a golpes”.
Una vez que el animalito es capturado, personal de Cultura, del parador de Chichén Itzá, lo trasladan a Mérida y son revisados por médicos veterinarios, quienes los valoran y esterilizan. Se les aplica medicamento contra pulgas y garrapatas y se les vacuna contra la rabia.
Si son aptos, se les pone en adopción, apoyados por los albergues de animales que participan; y a los que no, se les regresa a casa, a la zona arqueológica de Chichén Itzá.
Hace unos días, un turista fue golpeado por subir a la pirámide de Kukulcán, en la Zona Arqueológica de Chichén Itzá, en Yucatán, y el video se está viralizando en redes sociales.
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