Tras un acuerdo del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) de abrir una mesa de trabajo para atender las necesidades de las comunidades mayas, artesanos, guías de turistas y ejidatarios levantaron el bloqueo carretero que impedía el acceso a Chichén Itzá, desde el pasado lunes 3 de enero
El director del Centro INAH, Arturo Chab Cárdenas, informó que ya se abrió el pasó a los vehículos en la carretera federal Mérida-Valladolid, en el tramo donde se ubica Chichén Itzá, lo cual permitirá, desde este jueves 12 de enero, recibir a los más de 7 mil turistas que a diario llegan a esa zona arqueológica.
La liberación de la urbe maya por parte de los manifestantes se logró por la representación estatal de la Secretaría de Gobernación, que acordó con los artesanos, comerciantes y ejidatarios entablar en breve una mesa de diálogo.
Luego del anuncio, trabajadores y comerciantes empezaron a limpiar el área para recibir a los turistas, al igual se informó a las transportadoras de Yucatán y Quintana Roo que ya pueden vender de nuevo las visitas a Chichén Itza, que fueron canceladas y sustituidas por Ek Balam, Izamal y Uxmal.
Entre los acuerdos se respetará la permanencia en su cargo del director de la zona arqueológica, Marco Antonio Santos Ramírez.
Tras una semana de bloqueo, reabren Chichen-Itzá
Chab Cárdenas señaló que los temas pendientes y demandas de los inconformes se discutirán en las mesas de diálogo que se establecerán con los pobladores de Xcalakop, Pisté y San Felipe, del municipio de Tinum.
Chab Cárdenas detalló que, quienes se opongan a los proyectos que construye la administración federal, están contra el gobierno y que la institución mantiene las condiciones de dialogo recibiendo las propuestas los pobladores de las cuatro comunidades afectadas y, hasta el momento, no se ha presentado ninguna denuncia formal-oficial contra ningún funcionario de la institución.
Explicó que un grupo de inconformes emitieron una serie de declaraciones mediáticas en las que exigen una serie de condiciones que no tienen fundamento y, con ello, intentan controlar el acceso a este recinto, los cobros a los ambulantes y exigencias sobre el personal que trabaja en ese espacio cultural Patrimonio de la Humanidad.
En la búsqueda de destrabar el problema, refirió, personal del INAH se reunió por separado con los pobladores de las comunidades afectadas para recibir peticiones y propuestas para atender, principalmente desde la instancia federal.
“Y por ser un problema es estrictamente federal, debido al bloqueo de la carretera 180 -Mérida-Puerto Juárez- en el tramo Pisté- Valladolid, se logró la reapertura de la vía de comunicación, lo cual deja despejado el paso a los autos y camiones que se dirigen a Chichén Itzá”, subrayó.