Investigadores rusos han hallado el cadáver momificado y congelado de un rinoceronte lanudo en Siberia, datado en más de 32,000 años. Este descubrimiento fue anunciado en julio a través de un artículo en la revista Doklady Earth Sciences.
Según los expertos, la momia corresponde al periodo del Interestadio Karginiano del Neopleistoceno tardío, con una datación precisa de 32,440 años, establecida mediante pruebas de radiocarbono. El espécimen, que parece ser un ejemplar juvenil, presenta evidencias de haber sucumbido a un ataque de depredadores.
El análisis del cuerpo reveló que el lado izquierdo había sido mutilado poco antes o después de su muerte, mientras que el lado derecho se conserva en mejores condiciones, con piel y pelaje intactos. «Desde la parte superior del muslo hasta el nivel del omóplato, [el cadáver] está severamente destruido», señalaron los investigadores de la Academia de Ciencias de Rusia y de la República de Sajá. Además, «la cavidad interna del cuerpo está expuesta y la mayoría de los intestinos falta».
En su examen, los científicos encontraron restos de crustáceos microscópicos en el pelaje del rinoceronte, específicamente del género Moina, que actualmente no se encuentra en la región, pero que era común en cuerpos de agua temporales durante el Pleistoceno en Yakutia. Esto sugiere que los restos del rinoceronte fueron dejados en un charco poco profundo.
El rinoceronte lanudo fue una especie prevalente en Europa y el norte de Asia durante el Pleistoceno, y se cree que sobrevivió hasta el último periodo glacial. Estos animales herbívoros, de gran tamaño, estaban bien adaptados al frío gracias a su espeso pelaje, aunque aún se desconoce mucho sobre su biología y comportamiento, según los estudios realizados.