El tenista serbio Novak Djokovic se clasificó a los Cuartos de Final de Wimbledon tras un partido marcado por su enfrentamiento con el público. Durante el encuentro, Djokovic interpretó los gritos de «Rune» como abucheos dirigidos hacia él y reaccionó tapándose las orejas. Después del partido, Djokovic expresó: «Para todos los que me han respetado, buenas noches. Para los que no, buuuuuenas noches. Sé que apoyaban a Rune, pero sé también que solo era una excusa para abuchearme».

En la entrevista a pie de pista, Djokovic manifestó su experiencia en el circuito, indicando que, tras más de veinte años, conoce todos los trucos: «Me concentro en la gente que me respeta y que ha pagado la entrada para verme. He jugado en ambientes muchos más hostiles. No pueden hacer nada».

En la rueda de prensa posterior, Djokovic aclaró que, aunque entiende el derecho del público a apoyar a quien deseen, considera importante responder si se cruzan ciertos límites: «La gente ha pagado las entradas. Tienen su derecho a estar ahí y a apoyar lo que quieran. El juez de silla puede tomar parte en determinados momentos y tranquilizarlos, pero no hay mucho más que se pueda hacer. No vas a echar a una parte de la grada. Es lo que hay, es parte del deporte. Es una de las razones por las que estamos aquí y por las que se nos reconoce en todo el mundo, es por los aficionados, por el interés que ponen en ver los partidos, en pagar las entradas y en hacer cola por nosotros. Respeto eso».

Holger Rune, el oponente de Djokovic, explicó que los gritos del público que sonaban como «boo» en realidad eran su nombre, Rune. «El público gritaba mi nombre y sonaba como ‘boo’. Quizás si no lo sabías puede sonar como ‘boo’, pero si te sabes la historia sabes que es mi nombre».

A pesar del incidente, Rune no utilizó esto como excusa para su derrota: «Simplemente fue mejor que yo, sin importar el público. La gente nos apoyó a ambos. A él en los grandes puntos y a mí también».

Djokovic avanzó a los Cuartos de Final de Wimbledon, demostrando una vez más su capacidad para sobreponerse a la presión externa y concentrarse en su juego.