Elejército ruso lanzó 38 misiles de distintos tipos sobre varias ciudades ucranianas, incluyendo la capital, Kiev, así como Dnipro, Kryvyi Rig, Sloviansk, Pokrovsk y Kramatorsk. Los ataques dejaron un saldo preliminar de 40 civiles muertos y 170 heridos debido a los impactos directos y los fragmentos de misiles derribados.
El Ministerio de Defensa ruso confirmó la ofensiva, señalando que fue en respuesta a los intentos de Ucrania de dañar objetivos energéticos y económicos rusos. Utilizaron misiles hipersónicos Kinzhal, balísticos Iskander-M, de crucero Tsirkón, X-101 y Kalibr, entre otros.
Según Oleksanr Oleshchuk, jefe de la fuerza aérea ucraniana, 30 de los 38 misiles fueron interceptados. Sin embargo, uno de los misiles impactó en la clínica pediátrica principal de Kiev, matando a dos adultos y hiriendo a 18 personas, incluidos siete menores que recibían tratamiento de diálisis.
Ambas partes se culpan mutuamente por el ataque a la clínica, ocurrido antes de la cumbre de la OTAN en Washington, donde se discutirá el apoyo en armamento a Ucrania.
Ucrania acusa a Rusia de crímenes de guerra y exige una condena internacional, mientras que Rusia sugiere que Ucrania lanzó el misil contra la clínica.
Rusia lanza 38 misiles sobre Ucrania, causando decenas de víctimas civiles
El secretario general de la ONU, Antonio Guterres, y el presidente estadounidense, Joe Biden, condenaron los bombardeos. Biden prometió nuevas medidas para reforzar las defensas aéreas de Ucrania. Francia, Reino Unido, Canadá y México también condenaron el ataque y exigieron respeto a los códigos de conducta humanitarios.
La situación sigue siendo tensa, con la comunidad internacional pidiendo el cese de hostilidades y el inicio de negociaciones entre Rusia y Ucrania.