Los sindicatos de los aeropuertos de París anunciaron el lunes una huelga programada para la semana previa a los Juegos Olímpicos, exigiendo primas para todos los empleados.
Las organizaciones sindicales CGT, CFDT, FO y UNSA han convocado esta huelga para el 17 de julio, tan solo nueve días antes del inicio de los Juegos Olímpicos de París. El objetivo de la protesta es demandar que todo el personal reciba una prima, denunciando las «decisiones unilaterales de la dirección ejecutiva para pagar una bonificación solo a una parte del personal».
Los sindicatos del grupo ADP, entidad estatal que gestiona los principales aeropuertos de la capital francesa, Charles de Gaulle y Orly, ya habían convocado una huelga para el 19 de mayo pasado, aunque esta no causó perturbaciones importantes. Sin embargo, con los Juegos Olímpicos a la vuelta de la esquina, la situación es distinta.
Charles de Gaulle y Orly son los principales puntos de entrada a Francia para los visitantes extranjeros durante los Juegos Olímpicos. Se espera un tránsito de hasta 350 mil personas diariamente, incluyendo la mayoría de los atletas y sus equipos. La huelga amenaza con perturbar significativamente el flujo de pasajeros, generando caos en un momento crítico.
La villa olímpica abrirá sus puertas el 18 de julio, cuando se espera la llegada de miles de atletas a París. Para hacer frente a la demanda, se ha habilitado una terminal temporal en el aeropuerto Charles de Gaulle para manejar equipajes especiales como kayaks, bicicletas o pértigas.
Los sindicatos han pedido primas extras en compensación por tener que trabajar durante los Juegos, que se celebrarán del 26 de julio al 11 de agosto, coincidiendo con el periodo vacacional en Francia. Esta solicitud refleja una preocupación generalizada entre los empleados públicos de todo el país, quienes buscan reconocimiento y compensación por su labor adicional durante el evento deportivo.
La huelga planeada para el 17 de julio podría poner en jaque la logística de uno de los eventos más grandes del mundo.
Con la llegada masiva de visitantes y atletas, cualquier interrupción en los aeropuertos podría tener un efecto dominó, afectando la experiencia olímpica y la organización del evento.
Las autoridades y la dirección de los aeropuertos tienen una tarea urgente: negociar con los sindicatos para evitar la huelga y asegurar un funcionamiento fluido durante los Juegos Olímpicos. La resolución de este conflicto es crucial para garantizar que París pueda acoger a los visitantes con la eficiencia y hospitalidad que se esperan en un evento de tal magnitud.