Roger Waters ha descartado la posibilidad de que Pink Floyd vuelva a reunirse en un escenario, citando que está «ocupado haciendo otras cosas», incluyendo trabajar en un nuevo álbum y escribir sus memorias.
En una entrevista con Reuters, el bajista y cantautor expresó su cariño por la etapa en el grupo de rock que fundó en 1965, pero dejó claro que no tiene planes de volver a actuar con sus antiguos compañeros, el baterista Nick Mason y el guitarrista David Gilmour.
Waters, la fuerza creativa detrás de álbumes icónicos como «The Dark Side of the Moon» y «The Wall», abandonó Pink Floyd en 1985 tras diferencias personales y creativas. Se vio envuelto en disputas legales por el uso del nombre del grupo mientras sus antiguos compañeros continuaron sin él.
La relación entre Gilmour y Waters ha estado marcada por una de las rencillas más famosas del rock, con enfrentamientos recientes en redes sociales sobre la guerra entre Rusia y Ucrania.
Al ser preguntado sobre la posibilidad de tocar juntos nuevamente, Waters respondió: «No, ¿para qué? La idea de una reunión es una necesidad nostálgica para algunas personas, pero no está en mí». Los integrantes de Pink Floyd actuaron juntos por última vez en el concierto benéfico Live 8 en Londres en 2005, cuando Waters se unió en el escenario a Mason, Gilmour y el teclista Richard Wright, con quien mantenía una relación amistosa.
«Lo hicimos. Y no me arrepiento porque Rick (Wright) seguía vivo, y estoy muy contento de que hayamos tenido la oportunidad de hacer al menos tres o cuatro números», dijo Waters. «Tocamos razonablemente bien y a la gente le gustó. Así que estoy muy, muy contento. ¿Quiero hacer algo parecido? No, sobre todo porque solo quedamos tres vivos». Wright murió en 2008 y el líder original Syd Barrett, quien dejó la banda en 1968, falleció en 2006.
En mayo, Mason dijo a Reuters que estaría abierto a una reunión, pero que no había interés por parte de Waters y Gilmour. Waters, de 80 años, explicó: «Estoy ocupado haciendo otras cosas (…) no tiene nada que ver con ningún rencor ni nada. David y yo somos personas muy, muy diferentes y eso está bien».