Las autoridades israelíes detuvieron el buque en aguas internacionales y deportarán a sus ocupantes. La activista sueca formaba parte de la misión de ayuda.
En una nueva escalada de tensiones en el conflicto entre Israel y Gaza, la Marina israelí interceptó un barco civil de ayuda humanitaria en ruta hacia la Franja de Gaza. A bordo se encontraba un grupo de activistas internacionales, entre ellos la reconocida defensora climática sueca Greta Thunberg. Según informó el Ministerio de Asuntos Exteriores de Israel, los ocupantes serán enviados de regreso a sus países de origen.
El buque, operado por la Coalición de la Flotilla de la Libertad, partió de Sicilia el pasado 1 de junio con una carga compuesta por alimentos, fórmula para bebés y suministros médicos. La organización denunció que el barco fue detenido por la fuerza en aguas internacionales, calificando el hecho como un “secuestro” de la tripulación y confiscación de la ayuda humanitaria.
“El barco se dirige sin contratiempos a las costas de Israel. Los pasajeros se encuentran a salvo, recibieron sándwiches y agua, y se espera que regresen a sus países de origen”, declaró el lunes el gobierno israelí.
La interceptación tuvo lugar a unos 200 kilómetros de Gaza, en una zona marítima que, según la Armada israelí, está cerrada a embarcaciones no autorizadas. Las autoridades ofrecieron a los activistas la posibilidad de entregar la carga a través del puerto de Ashdod, utilizando los canales humanitarios oficiales establecidos.
El ministro de Defensa de Israel, Israel Katz, justificó la acción como parte de la estrategia para hacer cumplir el bloqueo naval impuesto a Gaza, destinado, según dijo, a impedir la entrega de armas al grupo militante Hamas. Katz también ordenó mostrar a los activistas a bordo “el video de los horrores” del ataque del 7 de octubre de 2023, perpetrado por Hamas, con el objetivo de que comprendan “a quién han venido a apoyar”.
La Coalición de la Flotilla de la Libertad, por su parte, acusó a Israel de actuar “con total impunidad” y denunció que esta no es la primera vez que intentan romper el bloqueo. Un intento anterior, hace apenas un mes, terminó con un ataque con drones que dejó el barco inutilizado, según afirmó el grupo.
Desde el inicio de la guerra en octubre de 2023, el conflicto ha causado más de 1.200 muertes en Israel —tras el ataque de Hamas— y más de 54.000 fallecimientos en Gaza, según cifras del grupo palestino, que no distingue entre civiles y combatientes. Israel, por su parte, ha perdido más de 400 soldados en combate.
La situación humanitaria en Gaza es cada vez más grave. Naciones Unidas y otras organizaciones internacionales han advertido sobre una inminente hambruna. Ante la presión internacional, Israel ha permitido la entrada limitada de ayuda humanitaria, parte de la cual está siendo canalizada por la Fundación Humanitaria de Gaza, respaldada por EE. UU. e Israel.
En medio de crecientes críticas por parte de aliados como Alemania, Francia y el Reino Unido, quienes estudian sanciones comerciales y restricciones a la venta de armas, el incidente con el barco humanitario ha vuelto a colocar el foco internacional sobre la severidad del bloqueo y los obstáculos al ingreso de ayuda a una población de más de dos millones de personas en crisis.