La presidenta aboga por una reforma migratoria integral y buscará dialogar con Donald Trump sobre soberanía, migración y comercio en su próxima visita al G7.
Ciudad de México. La presidenta, Claudia Sheinbaum Pardo, reiteró su llamado a Estados Unidos para que reconozca la contribución fundamental de los trabajadores mexicanos que residen en ese país y urgió una reforma migratoria integral que aborde esta realidad.
En vísperas de su asistencia como invitada a la Cumbre del G7 en Canadá, la mandataria adelantó que, de concretarse un encuentro con el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, la agenda de diálogo se centrará en temas cruciales como migración, seguridad y comercio. Sheinbaum Pardo enfatizó la búsqueda de un acuerdo general en seguridad, recalcando que ya existe un avance significativo y que la soberanía mexicana no debe ser vulnerada.
Sobre migración, la presidenta planteó la necesidad de una solución humanitaria para migrantes de otras nacionalidades, pero también insistió en que el reconocimiento del aporte de los mexicanos a la economía estadounidense debe ser parte ineludible de la agenda. «Nuestra posición siempre ha sido de defensa de los mexicanos que viven en Estados Unidos, nuestro apoyo permanente, y al mismo tiempo, que no es con redadas, no es con violencia, sino atendiendo a una reforma integral que reconozca el papel de los migrantes», afirmó.
Sheinbaum Pardo recordó que estos temas han sido abordados bilateralmente desde el inicio de la administración Trump y confirmó que este martes se reunirá con el subsecretario de Estado de Estados Unidos, Christopher Landau, para discutir estos mismos puntos.
Respecto a las recientes detenciones de mexicanos en Estados Unidos, luego de que el lunes se reportaran 42 casos remitidos a centros para migrantes, la presidenta detalló que no se han reportado más detenciones de connacionales en las nuevas redadas.
Consultada sobre la reticencia de Estados Unidos a unirse a una estrategia para atender las causas profundas de la migración, Sheinbaum Pardo sentenció que «disminuir la migración solo es posible con atención a las causas, no hay otra forma». Subrayó que la reducción de migrantes mexicanos en los últimos años se debe a la mejora en la calidad de vida en México, y que un enfoque similar debe aplicarse a nivel regional.
Finalmente, la presidenta hizo un nuevo llamado a no generar acciones violentas y a mantener el apoyo y la unión entre mexicanos y sus familias. Reafirmó la petición al gobierno estadounidense de una reforma integral que reconozca la necesidad de los mexicanos que han vivido y aportado a la economía de Estados Unidos por décadas.