El caso de Rafael Caro Quintero, uno de los líderes más notorios del crimen organizado en México, ha dado un giro inesperado. Una jueza mexicana otorgó recientemente una suspensión que frena temporalmente su extradición a Estados Unidos, un recurso que ha sido impugnado por la Fiscalía General de la República (FGR).

La suspensión fue concedida el 21 de enero de 2025, apenas un día después de que Donald Trump asumiera la presidencia de Estados Unidos. Este gesto cobra relevancia dado que el nuevo mandatario ha calificado a los cárteles mexicanos como organizaciones terroristas, lo que refuerza la presión por su extradición.

El amparo, identificado con el expediente 103/2025, fue concedido por la jueza Segunda de Distrito en Materia Penal en el Estado de México, con sede en Toluca. Este recurso legal impide que el proceso de extradición continúe, aunque la FGR ha presentado una impugnación ante el Primer Tribunal Colegiado en Materia Penal en la misma entidad.

La Fiscalía considera que la suspensión es infundada y, por ello, ha solicitado que se revoque la decisión. El recurso de queja impugnado subraya que el auto dictado el 21 de enero, que concede la suspensión solicitada, no está justificado legalmente.

Rafael Caro Quintero, conocido por su vinculación con el Cártel de Sinaloa, fue reaprehendido en julio de 2022 durante un operativo conjunto de la Secretaría de Marina en Sinaloa, poco después de la visita del presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador a Estados Unidos, donde se reunió con su homólogo Joe Biden. El exlíder criminal enfrenta graves acusaciones, entre ellas, el secuestro y asesinato de un agente de la DEA, así como delitos de crimen organizado, tráfico de drogas y la operación de una empresa criminal.