Irán llevó a cabo este martes un ataque con decenas de misiles contra Israel, provocando alarmas en todo el país y llamando a la población a refugiarse. Las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) informaron que, a pesar de las explosiones en Jerusalén y Tel Aviv, no había heridos graves y se permitió a la población salir de los refugios.

Se estima que Irán lanzó entre 180 y 200 misiles, muchos de los cuales fueron interceptados por los sistemas de defensa israelíes, con apoyo de buques de guerra estadounidenses. El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, advirtió que Irán «cometió un gran error» y que el país responderá a cualquier ataque.

El ataque ocurrió poco después de que Israel iniciara una ofensiva en el sur de Líbano contra la milicia Hezbolá. Irán justificó su acción como represalia por el asesinato de líderes de Hamás y Hezbolá, y el presidente iraní, Masoud Pezeshkian, afirmó que Irán «no busca la guerra», pero enfrentará cualquier amenaza con firmeza.