Microsoft ha anunciado que despedirá a 650 empleados de su división de videojuegos Xbox. El recorte de personal, que afecta principalmente a funciones corporativas y de apoyo, forma parte de una reestructuración más amplia tras la adquisición de Activision Blizzard.
Phil Spencer, director general de Xbox, comunicó la decisión a través de un memorando interno. En su declaración, Spencer vinculó los despidos a la necesidad de ajustar la estructura de la compañía después de la adquisición de Activision Blizzard por 68,7 mil millones de dólares, completada en octubre del año pasado. A pesar de los recortes, Spencer aseguró que no se cancelarán juegos, dispositivos ni experiencias, y que no se cerrarán estudios de desarrollo.
Este anuncio sigue a una serie de despidos masivos y cierres de estudios que Microsoft ya había llevado a cabo en los últimos meses, incluyendo la eliminación de 1,900 puestos en Activision Blizzard y Xbox, así como el cierre del estudio desarrollador de «Redfall».
Spencer explicó que la reestructuración tiene como objetivo organizar el negocio para un crecimiento sostenible a largo plazo, permitiendo una mejor alineación de los equipos y recursos corporativos con las necesidades de los estudios y unidades de negocios de Microsoft Gaming. Aseguró también que los empleados afectados recibirán una indemnización adecuada y solicitó comprensión durante este proceso.
La adquisición de Activision Blizzard, que enfrentó varias batallas legales por acusaciones de monopolio en la industria de los videojuegos, ha llevado a la compañía a realizar ajustes significativos en su estructura organizativa.