Los datos científicos más relevantes que se han reunido indican que los ocho primeros meses de 2024 han sido los más calurosos registrados desde que se realizan mediciones, dijo este miércoles la secretaria general de la Organización Meteorológica Mundial (OMM), Celeste Saulo.
La científica argentina recalcó que el mundo está lejos de cumplir con los objetivos climáticos que se fijó en 2015, con ocasión de la adopción del Acuerdo de París sobre cambio climático.
En la presentación en Ginebra del informe “Unidos en la Ciencia“, resultado de una cooperación de varios organismos y que tiene el fin de guiar las discusiones sobre el clima en la Asamblea General de la ONU, que tiene lugar actualmente, la secretaria general de la OMM recordó que ya 2023 fue el año más cálido “por un enorme margen”, pero también quiso poner una cuota de esperanza.
Para ello recordó que cuando se adoptó el Acuerdo de París, en 2015, se proyectaba que las emisiones de gases causantes del calentamiento global aumentarían un 16 por ciento para 2030, pero lo cierto es que las previsiones más recientes apuntan a un incremento del 3%.
“Así que el progreso se ha realizado, pero necesitamos ser mucho mas ambiciosos”, declaró en una rueda de prensa, en la que también enfatizó que hay un 80 por ciento de probabilidad de que la temperatura media del planeta exceda temporalmente los 1.5 grados Celsius con respecto al periodo preindustrial de referencia (1850-1900), al menos durante uno de los próximos cinco años.
Si las políticas públicas y el desarrollo industrial no cambian drásticamente, lo más probable es que el aumento de las temperaturas medidas llegue a 3 grados a finales del siglo.
No obstante, Saulo insistió en que hay esperanza porque las ciencias (naturales y sociales), las nuevas tecnologías y la innovación nos hacen entender mejor cómo funciona el planeta y pueden ser los factores determinantes para lograr la adaptación al cambio climático y la reducción del riesgo de catástrofes.