Un motor de la segunda etapa del cohete Falcon 9 de SpaceX falló inesperadamente el jueves por la noche durante una misión rutinaria de Starlink, poniendo en riesgo los satélites a bordo. Este es el primer fallo significativo de un cohete de SpaceX en más de siete años.

El problema surgió aproximadamente una hora después del despegue desde la Base Espacial Vandenberg en California. La segunda etapa del cohete no logró reencenderse en el espacio, dejando sus 20 satélites Starlink en una órbita significativamente más baja de lo planeado. En esta órbita, los satélites corren el riesgo de desintegrarse en la atmósfera terrestre.

Elon Musk, CEO de SpaceX, informó en su red social X que el intento de reencender el motor resultó en un «RUD del motor», utilizando el acrónimo irónico de Rapid Unscheduled Disassembly (Desmontaje Rápido No Programado), que generalmente significa explosión.

Falla inusual en motor del Falcon 9 de SpaceX durante Misión Starlink

Este incidente interrumpe una impresionante racha de éxitos de lanzamiento del Falcon 9, el cohete más activo del mundo, y marca una rareza en la trayectoria de SpaceX, una empresa privada valorada en unos 200 mil millones de dólares y confiada por numerosos países y compañías espaciales para sus lanzamientos.

Musk mencionó que SpaceX está actualizando el software de los satélites Starlink para intentar que sus propulsores a bordo se disparen con más fuerza, buscando evitar una reentrada atmosférica fatal. Sin embargo, advirtió que «probablemente no funcionará, pero vale la pena intentarlo». Los propulsores deben elevar la órbita de los satélites más rápido de lo que el arrastre atmosférico los hace descender, o se quemarán.

Este fallo ocurrió en la misión número 354 del Falcon 9 y es el primero desde 2016, cuando un cohete explotó en una plataforma de lanzamiento en Florida, destruyendo un satélite de comunicaciones israelí.