Por primera vez en su historia, la autoridad tradicional de los pueblos yaquis –conformada exclusivamente por hombres– reconoció el liderazgo de una mujer.

Los ocho gobernadores tradicionales de la indómita etnia entregaron el bastón de mando a la futura presidenta de México, Claudia Sheinbaum Pardo, en un acto celebrado en la ancestral ramada, el lugar más sagrado para este pueblo originario.

Esta inédita ceremonia fue atestiguada por un grupo de mujeres yaquis a la distancia, bajo la misma ramada, mientras Sheinbaum cerraba su participación en el acto destinado a verificar los avances en el Plan de Justicia para el Pueblo Yaqui. Con un gesto simbólico, la virtual mandataria electa expresó: «Nunca más un México sin sus pueblos indígenas, nunca más un México que niegue sus propias raíces».

Claudia Sheinbaum recibe el Bastón de Mando del pueblo Yaqui

Desde la comunidad Vícam Pueblo, en una de las zonas más áridas de Sonora, Sheinbaum asumió el compromiso que implica ser la nueva portadora del bastón de mando: «Es histórico y profundamente simbólico para mí, en este momento. En esta transición no hay olvido, hay continuidad de la Cuarta Transformación, hay justicia para los pueblos originarios, justicia para el pueblo yaqui».

Sheinbaum afirmó que habrá continuidad en todo lo relacionado con el plan de justicia, no solo en las demandas y compromisos asumidos, sino también en la forma de trabajar: consultando y alcanzando acuerdos de forma conjunta.

Resaltó que el plan no solo busca resarcir siglos de injusticias, sino también honrar la memoria colectiva y el alma de México por las atrocidades, destierros, esclavitud, discriminación y ataques sufridos por los yaquis, especialmente durante el porfiriato.