Julian Assange, fundador de Wikileaks, salió libre y abandonó un tribunal estadounidense en las Islas Marianas del Norte hoy, tras declararse culpable de un cargo penal de conspiración para obtener y divulgar documentos clasificados de defensa nacional de Estados Unidos. El acuerdo judicial con la fiscalía estadounidense le permitió regresar a su natal Australia.
La declaración de culpabilidad se realizó esta mañana en el tribunal federal de Saipán, capital de las Islas Marianas del Norte. Assange, de 52 años, admitió su culpabilidad en un único cargo de delito grave, lo cual le permitió evitar una prisión estadounidense. La jueza Ramona V. Manglona lo sentenció a los cinco años que ya había cumplido en prisión en Reino Unido, donde estuvo detenido luchando contra su extradición a Estados Unidos. Antes de eso, pasó siete años en la embajada de Ecuador en Londres.
Assange, sin hacer declaraciones, abandonó la corte y se dirigió a Canberra en un jet privado acompañado por los embajadores de Australia en Estados Unidos y Reino Unido. Su abogado, Barry Pollack, aseguró que el trabajo de Wikileaks continuará y que Assange seguirá siendo una voz poderosa para la libertad de expresión y la transparencia en el gobierno.
Vestido de negro con una corbata ocre, Assange ingresó al tribunal a las 9 de la mañana. Decenas de medios de comunicación de todo el mundo asistieron al juicio, aunque no se les permitió grabar la audiencia. Stella Assange, su esposa, comentó en redes sociales que el proceso había sido muy intenso para él tras años de deprivación sensorial en prisión.
Assange aceptó declararse culpable de violar la Ley de Espionaje para conspirar para obtener y diseminar información clasificada. Aunque defendió sus acciones como periodista, admitió que probablemente no ganaría un juicio debido a la contradicción entre la Primera Enmienda y la Ley de Espionaje.
El fiscal estadounidense Matthew McKenzie explicó que el caso se presentó en Saipán para facilitar el regreso de Assange a Australia. La jueza Manglona destacó la relevancia del tiempo transcurrido y la ausencia de víctimas personales directas como factores en su decisión de aceptar el acuerdo.
Assange dejó la sala entre aplausos, saludando a los congregados antes de subir a un vehículo. Se dirige ahora a Australia, aunque enfrenta una deuda de 782 mil dólares por su traslado. Wikileaks ha iniciado una campaña de financiación colectiva para cubrir estos costos.
El ex juez español Baltasar Garzón, uno de sus abogados, celebró que Assange pueda finalmente ser un hombre libre tras casi 14 años de lucha. El gobierno australiano, que había pedido su liberación en varias ocasiones, celebró la resolución del caso.
Assange fue detenido por primera vez en Reino Unido en 2010 bajo una orden de arresto europeo por acusaciones de violación en Suecia, las cuales negó. Tras varios años en arresto domiciliario y asilado en la embajada de Ecuador en Londres, fue finalmente detenido en 2019 y recluido en la prisión de Belmarsh hasta su reciente liberación