El presidente de EE.UU., Joe Biden, espera que, al salir de su reunión con el presidente de China, Xi Jinping, la relación entre Estados Unidos y China dé un paso hacia adelante, después de meses de tensión entre las dos superpotencias.
Mientras los conflictos azotan Oriente Medio y Europa a la vez que se prepara para luchar por la reelección, Biden espera evitar que estalle otra crisis durante su mandato. Busca demostrar a los estadounidenses –y al mismo Xi– por qué una mejor relación con Beijing es del interés de todos.
“Creo que es primordial que usted y yo nos entendamos claramente, de líder a líder, sin conceptos erróneos ni faltas de comunicación”, le dijo Biden a Xi cuando comenzaron sus conversaciones en una finca aislada al sur de San Francisco.
Después, Xi ofreció su propia visión del momento complejo en las relaciones entre Estados Unidos y China.
«El planeta Tierra es lo suficientemente grande para que los dos países tengan éxito», afirmó.
Biden dio una cálida bienvenida a su homólogo chino frente a una mansión de estilo renacentista georgiano. La óptica de la cumbre fue negociada cuidadosamente entre las dos partes y la bienvenida formal a la finca estuvo altamente coreografiada.
Como anfitrión de la reunión, Biden salió primero del edificio para dar la bienvenida a Xi. Se había extendido una alfombra roja, con guardias de la Marina y banderas de ambos países. El sedán negro de Xi se detuvo y se detuvo al final de la alfombra. El líder chino salió con una sonrisa y los dos hombres se dieron la mano, cada uno agarrando las muñecas del otro.
La importancia de la reunión entre Joe Biden y Xi Jinping
Al comenzar la reunión, Biden le dijo a Xi que es esencial que los dos hombres se entiendan francamente.
Biden dijo que los líderes tenían la responsabilidad ante sus poblaciones de trabajar juntos, incluso en cuestiones de cambio climático, lucha contra el narcotráfico y acercamiento a la inteligencia artificial. Añadió que la competencia entre Estados Unidos y China no puede inclinarse hacia el conflicto.
“Como siempre, no hay sustituto para las discusiones cara a cara. Siempre he encontrado nuestras discusiones sencillas y francas”, dijo Biden.
Hablando después de Biden, Xi ofreció una visión más cruda de las relaciones entre Estados Unidos y China.
“La relación China-Estados Unidos nunca ha sido fácil en los últimos 50 años y más, y siempre enfrenta problemas de un tipo u otro. Sin embargo, ha seguido avanzando en medio de giros y vueltas”, dijo a través de un traductor.
“Para dos países grandes como China y Estados Unidos, darse la espalda no es una opción”, prosiguió. «No es realista que una parte remodele a la otra y el conflicto y la confrontación tienen consecuencias insoportables para ambas partes».