El cantante italiano Tiziano Ferro no está pasando un buen momento personal, anunció que desde hace tiempo comenzó con el proceso de divorcio de su marido Victor Allen, con quien se casó en julio de 2019, vivían juntos en Los Ángeles y tuvieron dos hijos.
Su separación lo ha afectado más de lo que pensaba, por lo que ha tenido que detener la presentación de su esperada novela, algo por lo que segura, había esperado toda su vida, sin embargo, no es posible que en este momento viaje con sus hijos, por lo que esos compromisos han quedado suspendidos hasta nuevo aviso.
A través de un extenso comunicado en tres idiomas, Tiziano puntualizó que ha anulado todos sus compromisos pues su prioridad es estar con sus dos hijos que no puede llevar a Italia
«Comenzó hace un tiempo una dolorosa separación de Victor. La afronté en silencio, protegiendo la confidencialidad de todos. Hace poco iniciamos los trámites de divorcio. Es un momento delicado, en el que toda mi atención se centra en proteger a mis dos maravillosos hijos, quienes actualmente pasan la mayor parte de su tiempo en casa conmigo», escribió en el inicio de su comunicado.
Tiziano Ferro se divorcia de Víctor Allen y cancela todos sus compromisos laborales
Allen y Ferro se conocieron hace seis años y se casaron en julio de 2019 en Sabaudia, en la costa del Lacio (centro de Italia), el estadounidense era exconsultor de Warner Bros y actualmente es propietario de una agencia de marketing y se ha caracterizado por su discreción.
Tiziano Ferro y su marido Victor Allen tuvieron dos hijos en Estados Unidos en febrero de 2022 a los que llamaron Margherita y Andrea; nunca han dado a conocer los detalles del nacimiento.
El propio cantante lo anunció con una publicación en las redes sociales la feliz noticia: «Dos llamadas telefónicas me hicieron el hombre más feliz del mundo. La primera hace unos meses: una niña. La segunda unas semanas más tarde: esta vez un niño (…)», escribió en su momento.
Recientemente el cantante de fama internacional expresó en una entrevista a la revista «Grazia» que su mayor deseo era que Italia reconociera que sus hijos tienen dos padres o madres del mismo sexo.