El 19 de mayo, México concretará la repatriación del Monstruo de la Tierra (monumento 19 de Chalcatzingo, Morelos), de al menos 2 mil 500 años de antigüedad, lo que representa “la más importante recuperación de patrimonio arqueológico en lo que va del siglo XXI”, enfatizó el titular del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), Diego Prieto.
El director general de la dependencia apuntó que la fiscalía de Nueva York hará entrega a las autoridades mexicanas de esta pieza, que actualmente se encuentra en Denver, Colorado, y fue “arrebatada” ilegalmente del país por traficantes de bienes arqueológicos a mediados del siglo pasado.
“Ha sido una lucha de décadas para pugnar por el regreso de esta magnífica pieza representativa del Monstruo de la Tierra, pieza olmeca que data de al menos 2 mil 500 años, es una pieza que probablemente haya sido manufacturada entre siglo octavo y sexto antes de nuestra era”, apuntó el funcionario.
Este elemento arqueológico, agregó, es muestra de la “enorme destreza” de la llamada Cultura Madre, que fue la civilización primigenia de Mesoamérica.
La figura olmeca, detalló Prieto, pertenece en realidad a la zona arqueológica de Chalcatzingo, que se caracteriza por gran cantidad de relieves.
El consulado general de México en Nueva York dio a conocer el primero de abril pasado que la Unidad de Tráfico de Antigüedades de Manhattan les notificó de la recuperación de la pieza arqueológica.
La pieza recuperada por las autoridades estadunidenses es una escultura en piedra de origen olmeca, con unos 2 mil 500 años de antigüedad, que fue extraída ilegalmente en los años 60 del siglo pasado de la zona arqueológica de Chalcatzingo, Morelos, y, hasta donde se sabe, se encontraba en manos de la familia de un coleccionista estadunidense fallecido en 2017.
Regresará a México el Monstruo de la Tierra
Incluso, fue exhibida varios años en el Munson Williams Proctor, un museo de arte de la ciudad neoyorquina de Utica, de donde fue reclamada por los hijos de ese coleccionista tras el fallecimiento de éste. Se cree que en 1990 ese instituto entregó la pieza a un comerciante de arte de Nueva York, quien la habría vendido a coleccionistas privados a finales de esa década.
Una réplica de la pieza está en el Museo Nacional de Antropología (MNA), en la Ciudad de México.
El arqueólogo Mario Córdova Tello, quien trabaja desde hace más de dos décadas en ese sitio prehispánico, habló con La Jornada de la importancia de esa escultura, una de las 45 que se han descubierto a la fecha en ese lugar, ubicado en el oriente de Morelos, en el valle del río Amatzinac, entre los cerros Ancho y Delgado.
Explicó que los monumentos de Chalcatzingo datan del Preclásico Medio, sobre todo de alrededor de los años 700 a 500 aC, lo cual los convierte en las esculturas de piedra más antigua hasta ahora en el Altiplano Central de México, anteriores a Teotihuacan.
“La iconografía nos permite afirmar que sí son olmecas, por el estilo y lo que representan. Están los mismos elementos de la religión, el estatus y el simbolismo que en la Costa del Golfo de México. Siempre ha sido un problema considerar que sólo lo de Tabasco y Veracruz es olmeca. Pero en los pueblos de esta zona están la misma religión y organización social”, indicó el investigador del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH).
“Es algo que se da por conquista, por comercio u otras cosas, pero sí se copian los atributos, los dioses, la cuestión social, la arquitectura y las formas de hacer las cosas. Es lo mismo, pues, sólo que en cada región le van poniendo elementos particulares.”
De la escultura recuperada, denominada Monumento 9, detalló que se trata de una figura escultórica en relieve de gran formato, de 1.8 metros de altura por 1.5 metros de ancho y unos 900 kilogramos, que representa a una criatura con las fauces abiertas en forma de Cruz de San Andrés, lo cual es un elemento de origen olmeca, además de poseer ojos de jaguar o víbora.