El Ejército de Israel informó en las últimas horas que atacó objetivos vinculados al grupo militante palestino Hamas dentro del Líbano y en toda la Franja de Gaza. La ofensiva ocurrió después de un bombardeo de cohetes contra territorio israelí.
En un comunicado, las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) indicaron que fueron identificados objetivos que incluyen «las infraestructuras terroristas que pertenecen a Hamas en el sur del Líbano».
Las tensiones se incrementaron luego de que la policía israelí allanara la mezquita Al-Aqsa de Jerusalén durante varias noches consecutivas, a principios de esta semana, cuando tiene lugar Ramadan, el mes sagrado para los musulmanes.
La mezquita es el tercer lugar más sagrado del islam, y las redadas israelíes desencadenaron enfrentamientos violentos con los palestinos y causaron indignación en la región.
Hamas dijo que no tenía información sobre quién disparó los misiles desde el Líbano. El ataque fue el mayor bombardeo individual del vecino del norte de Israel en 17 años.
Israel informó que la mayoría de los 34 cohetes fueron interceptados. Seis de ellos causaron daños a edificios.
El jefe de Hamas, Ismail Haniyeh, quien estaba en el Líbano cuando se lanzaron los cohetes, dijo que los palestinos no se «sentarán con los brazos cruzados» ante la agresión israelí.
Las FDI afirmaron que no permitirán que Hamas opere desde el Líbano y responsabilizaron al gobierno de ese país por cada ataque dirigido desde su territorio.
Israel ataca Líbano y Gaza tras un bombardeo de cohetes
Los aviones de guerra israelíes también intensificaron los ataques aéreos en Gaza. Alrededor de 20 misiles impactaron cuatro lugares en 10 minutos.
Los militantes palestinos también dispararon una nueva ronda de cohetes contra el sur de Israel.
Los aviones israelíes atacaron un sitio subterráneo de producción de armas y tres superficiales, informó un portavoz de las FDI, según el diario Jerusalem Post.
Se trata de los ataques aéreos más intensos ocurridos desde agosto de 2022, cuando tuvo lugar el combate contra la Yihad Islámica.
La respuesta israelí se produjo después de que el primer ministro Benjamin Netanyahu celebrara una reunión urgente con el gabinete de seguridad.
«Golpearemos a nuestros enemigos y pagarán un precio por todos los actos de agresión», dijo en un discurso televisado.
Aunque pidió calmar las tensiones, aseguró que su gobierno «actuará con decisión contra los extremistas que usan la violencia».
El primer ministro libanés, Najib Mikati, condenó cualquier operación militar desde su territorio que «desestabilice la situación».
La fuerza de mantenimiento de la paz de las Naciones Unidas en Líbano, Unifil, dijo que la situación era «extremadamente grave» y pidió «moderación y evitar una mayor escalada».