El Vaticano informó ayer que Benedicto XVI se encuentra lúcido, consciente y estable, pero que su estado sigue siendo delicado, un día después de que funcionarios revelaran que la salud del Papa emérito de 95 años se había deteriorado recientemente.
“Logró descansar bien anoche, está despierto y plenamente lúcido y este jueves, aunque su estado sigue siendo grave, la situación por el momento es estable”, dijo en un comunicado el director de la sala de prensa de El Vaticano, Matteo Bruni.
Sin embargo, fuentes cercanas al monasterio Mater Ecclesiae, donde vive Benedicto desde su renuncia, coincidían en sostener que Joseph Ratizinger se encuentra en la “fase final” de su vida y comentaron que durante la tarde de ayer incluso se planteó la disyuntiva de llevarlo o no al Policlínico Gemelli, algo que se descartó rápidamente.
El papa Francisco “renueva la invitación a rezar por él [Benedicto XVI] y a acompañarle en estas horas difíciles”, añadió.
Reportan que funciones vitales de Benedicto XVI fallan
Francisco anunció el miércoles pasado que su predecesor estaba “muy enfermo” y que rezaba por el Pontífice cuya renuncia en 2013 por motivos de salud sorprendió al mundo.
“Su salud se deterioró hace unos tres días. Son sus funciones vitales las que fallan, incluido el corazón”, declaró el miércoles una fuente vaticana, explicando que no está prevista ninguna hospitalización, ya que la residencia de Benedicto XVI dispone del equipo médico necesario.
Francisco visitó el miércoles pasado a Benedicto XVI, cada vez más frágil y en silla de ruedas. Las fotos de su última visita, el 1 de diciembre, mostraban a un Papa visiblemente debilitado.
En el último video público de Benedicto XVI, difundido por El Vaticano en agosto, aparecía delgado, con audífono y sin poder hablar. El viernes se celebrará una misa en su honor en la basílica romana de San Juan de Letrán, que depende directamente de El Vaticano.