“Si esta es la guerra, que no llegue la paz”. (René Higuita).
En el camino de la vida, los niños y adolescentes se instruyen con base en lo que captan por sus sentidos, de modo que generar un ambiente de aprendizaje en ellos depende invariablemente de la guía de los adultos y de las circunstancias que los rodean en sus diferentes etapas.
En lo deportivo, la disciplina y el gusto por algún tipo de actividad se adquiere desde niño, la alimentación de esta naciente pasión depende de factores endógenos y exógenos. El fútbol es mi pasión y, en estas breves líneas, quiero hacer un humilde reconocimiento a una de mis fuentes externas de información y admiración que me permitió tomar mi camino: el gran Andrés Chitiva.
Es importante no pasar por alto que estudiosos del deporte más popular del mundo han concluido que el fútbol ayuda a la formación integral de los niños, niñas y jóvenes, potencializa cualidades y destrezas, fomenta cambios en los comportamientos, mejora las relaciones interpersonales, y genera espacios de esparcimiento y diversión acompañados de procesos académicos que estimulan el interés de ir transformando sus ambientes a través de la creación de proyectos de vida.
El proyecto de vida de Andrés se ha desarrollado en torno a este maravilloso deporte, salió de su barrio camino a la grandeza por alcanzar las glorias de su pasión. Nacido en Colombia un 13 de agosto, con tan solo 18 años ya era ídolo y fuente inagotable de inspiración para las generaciones que caminaban con su éxito en el balompié, como lo fue para mí.
Recuerdo la sensación cuando lo vi en la televisión, su cabellera azul y su velocidad, además de su habilidad con la pelota jugando de volante por la izquierda, descubrí por primera vez lo que era tener un ídolo.
Me convertí en hincha de los Tuzos del Pachuca, quisiera compartirles una anécdota. Cuando tenía 14 años, lo que más deseaba era ver un partido de fútbol profesional en un estadio, mis Tuzos jugando contra el Morelia, con goles de Claudinho, Reinaldo Navia y cerrando con victoria y broche de oro: gol de Chitiva, ¡fue espectacular! Pude con destreza acercarme y obtener una inolvidable foto.
De sus distintas casas deportivas, dos toman vital relevancia: Millonarios de Colombia y el Pachuca, páginas en su libro de vida que deben ser remarcadas al leerlas. En México entregó a la afición muchos momentos de felicidad, por lo que agradezco por regalarme un espacio para mi columna. Enseguida, lo que amablemente me compartió:
—¿Cuáles fueron las adversidades que sobrepasaste para ser el gran Andrés Chitiva?
—Adversidad no quisiera llamarle, fui desde chico una persona bastante enfocada, tuve la fortuna de tener gente a mi alrededor que me inculcaron disciplina y valores, lo económico no era muy favorable, pero tampoco impedía que pudiera comer, tener como transportarme y poder llegar adonde entrenaba, por ahí la estatura era un obstáculo de primera impresión, el resto podrían ser cosas normales de cualquier persona que se dedica al deporte —comentó.
—¿Qué deportista fue tu fuente de inspiración y motivación?
—Bastantes, me gustaba mucho el ciclismo, estaba Lucho Herrera siendo parte de un momento importante en el ciclismo, y de fútbol podría decirte: Valderrama, Asprilla, Higuita y algunos internacionales como Ronaldo el gordo, Palermo, entre otros.
—¿Cuál quieres que sea tu legado al deporte?
—Me dio tanto el fútbol que es importante poder aportar conocimiento a las nuevas generaciones en cuanto al respeto y el significado de la palabra deportista, no solo en el fútbol, en cualquier disciplina siempre será una constante el compromiso y la constancia, eso es lo más importante saber que puedes aportar por situaciones propias, eso sería gran parte de algo que viviste y puedes transmitir de manera diaria.
—¿Qué se siente que en tus venas corra sangre azul?
—siempre será un honor el tener la fortuna de poder estar en equipos de los cuales siempre fuiste hincha, yo desde pequeño fui hincha de Millonarios y ya en México totalmente con una ilusión grande de poder aportar a Pachuca tantas cosas y sentirme identificado con este escudo, hasta el día de hoy —concluyó.
Agradezco sus respuestas y espero que ésta entrega sea del agrado de mi ídolo.
Los sueños se materializan más rápido con la combinación adecuada de inspiración, trabajo y pasión. Dicen por ahí: “lo que bien comienza, bien termina”, y este capítulo es el gran principio de muchos éxitos y de logros por el bien de Quintana Roo. ¡Sí al deporte! ¡Sí al deporte! ¡Sí al deporte!