“Cuanto más entreno, más suerte tengo”. (Gary Player: golfista sudafricano considerado como uno de los mejores de su era).
Algunas personas del medio deportivo nos hemos preguntado ¿cuántas veces hemos leído o escuchado sobre la importancia de que los jóvenes tengan experiencia de desarrollo profesional?, ¿cuántas veces hemos leído o escuchado que empresas o entrenadores dejan a personas que no tienen ese tipo de experiencia? En el deporte, como en la vida, los jóvenes deben tener la oportunidad de adquirir habilidades y experiencias que les permitan desarrollarse mejor.
La importancia de un fogueo continuo en cualquier disciplina deportiva es la concepción tangible de los avances realizados durante lo programado y surcado en las distintas etapas de la programación deportiva. Sea un deporte de conjunto o individual, estos fogueos nos mostrarán de manera certera qué ajustes técnico-tácticos e incluso físicos se deberían realizar de cara a competencias de mayor envergadura, como la competencia fundamental de todo el ciclo. Una competencia de preparación puede ser controlada (a modo de sesión de simulación) o también puede ser un encuentro real, pero de menor renombre a uno de prioridad.
No se puede pasar por alto las competencias de preparación (fogueos) durante un ciclo, debido a que, sin los mismos, se estaría llegando a competencias fundamentales sin la objetividad o análisis concreto de lo realizado a lo largo de los periodos de preparación; sin estas experiencias, perdería su carácter de programa integral todo el trabajo realizado con la disciplina que se estuviera trabajando.
El performance deportivo abarca la preparación física general, física especial, preparación especial (donde se trabajan los fundamentos específicos y técnico-tácticos de un deporte), psicológica y médica. Tocados estos apartados, queda llevarlo al marco competitivo, que se puede concebir como una etapa precompetitiva y una competitiva, en ambos casos, las sesiones de entrenamiento estarán presentes, siendo adecuadas a las particularidades del deportista. Estas adaptaciones en estas etapas serán efectuadas de acuerdo a lo observado y evaluado en los eventos, topes amistosos, partidos, encuentros o competencias menores; al conjunto de estas actividades es a lo que llamamos fogueo, cuyo propósito, la evaluación continua y la adquisición de un nivel de exigencia en el plano competitivo por parte de los atletas, les brindará confianza, autoevaluación y toma de decisiones al momento de competir.
Quintana Roo es un estado semillero de talentos deportivos, apostarle a invertir en la participación de nuestros jóvenes en justas deportivas previas a las estelares nos permitirá subir en la tabla y en los medalleros. Podemos hacer las cosas mejor en el estado. Dicen por ahí: “lo que bien comienza, bien termina”, y este capítulo es el gran principio de muchos éxitos y de logros por el bien de Quintana Roo. ¡Sí al deporte! ¡Sí al deporte! ¡Sí al deporte!.