Dicen que el ser humano jamás debe tropezar con la misma piedra pero esto parece que no se lo han dicho a la presidenta municipal de Solidaridad, Lili Campos Miranda, quien como ya sabemos, amables lectores, tomó de manera abierta una preferencia en la pasada contienda electoral por la gubernatura del estado.
Independientemente de este paso equivocado que siguió Lili Campos al irse del lado de quienes iban a perder la elección, se dice que fue más allá porque presumiblemente a su área de comunicación social se le atribuyen que desde ahí se orquestaran ataques en medios afines con transmisiones en vivo desde Cancún en contra de la hoy gobernadora electa.
Pues bien, después del 5 de junio, una vez que Lili Campos se dio cuenta de su realidad, en vez de abonar hacia el establecimiento de un escenario de coordinación y cooperación con la gobernadora electa sigue tropezando con la misma piedra y yendo en sentido opuesto a un acercamiento con Mara Lezama.
Y sí, el pasado jueves 28 de julio durante la ceremonia por la celebración del 29 aniversario de la fundación de Solidaridad, Lili Campos se desvivió en atender a Laura Fernández, quien fue la candidata derrotada de forma contundente en las urnas y que durante toda la campaña se la pasó atacando a quien terminaría ganando la elección.
Incluso el pasado jueves Lili Campos fue más atenta la candidata perdedora que con el propio gobernador. Por cierto, en esta ceremonia no estuvo Mara Lezama.
Dicen gente muy cercana a Lili Campos que la presidenta en las palabras dice que quiere tener acercamiento con Mara, sin embargo en los hechos no parece que en verdad busque trabajar de manera coordinada.
Muy independiente de esto, la gente del municipio de Solidaridad debe tener plena confianza en qué la hoy gobernadora electa va a trabajar por el pueblo y para el pueblo y esto incluye, sin distinción los 11 municipios de Quintana Roo.
Recuerden que ella en campaña sí recorrió las 11 cabeceras municipales, en tanto que otras abanderadas o abanderados evitaron visitar algunos municipios.
Nos leemos en la próxima entrega.