Un paleontólogo de la Universidad de Nueva Inglaterra y un equipo de investigadores internacionales descubrieron el primer ombligo encontrado en un dinosaurio en un espécimen fosilizado de 125 millones de años.

Si bien es común que los animales terrestres tengan cicatrices umbilicales durante al menos parte de su vida, hasta ahora no se había encontrado evidencia de un ombligo en ningún dinosaurio, aseguró Phil Bell, de la Universidad de Nueva Inglaterra y autor del estudio.

El descubrimiento del primer obligo de dinosaurio fue hecho en la piel fosilizada de 125 millones de años de un dinosaurio conocido como Psittacosaurus, un primo lejano del Triceratops. 

«El Psittacosaurus era un herbívoro de 2 metros de largo y dos patas que vivió en China durante el período Cretácico hace aproximadamente 125 millones de años”, dijo Bell, quien aseguró que esta revelación nos da una visión íntima de la vida y apariencia del animal”.

“El espécimen es un esqueleto magníficamente conservado que fue encontrado acostado boca arriba, completamente cubierto de piel fosilizada. El mismo espécimen fue noticia en 2021, cuando los investigadores revelaron la apariencia de su cloaca, la abertura común para los genitales y el tracto digestivo, que comparte con aves y reptiles”, indicó el especialista.

Científicos descubren que los dinosaurios tenían ombligo

El ombligo es la cicatriz que nos queda después de nacer cuando se desprende el cordón umbilical. No obstante, en los reptiles y las aves, que nacen de huevos, no existe un cordón, dijo Bell, quien explicó que dentro del huevo existe un saco vitelino y otras membranas que se conectan directamente al abdomen del embrión.

Este descubrimiento fue posible gracias a que Bell y sus colegas, se encontraban estudiando lo que él describe como “el fósil más importante que tenemos para estudiar la piel de los dinosaurios“. Para ello fue necesario un nuevo enfoque de “alta tecnología” que les permitiera distinguir las escamas que recubren la cicatriz umbilical o el ombligo.

De acuerdo con los expertos, la cicatriz umbilical, la forma no-mamífera de un ombligo, se produce cuando el embrión se separa de esas membranas antes de salir del huevo. Y eso es justo lo que los paleontólogos dicen haber encontrado en un fósil de dinosaurio.

A diferencia de los ombligos humanos, el Psittacosaurus tenía una larga cicatriz a lo largo de su vientre rodeada de escamas distintivas, la cual era similar a algunos lagartos y cocodrilos modernos.

También a diferencia de los humanos, los dinosaurios no tenían cordón umbilical debido al hecho de que ponían huevos. En cambio, su saco vitelino estaba unido directamente al cuerpo a través de la abertura en forma de hendidura como otros animales terrestres que ponen huevos; esta abertura es la que se sella cuando el animal sale del cascarón, dejando la distintiva cicatriz umbilical.